El análisis del documental Más Vale Maña Que Fuerza es la segunda entrega de la serie que les propuse esta semana con el fin de Mirar al futbol femenil del continente americano con tres documentales (y por eso es Parte II). En ese primer posteo les comenté que el camino era largo, pero créanme, valdrá la pena ir más allá.
También les escribí que lo entregaría en sábado (ayer), pero decidí darles un poco más tiempo para mirar los tres documentales y así podamos estar en el mismo canal.
Sin más introducción, espero se acomoden en sus asientos porque a continuación viene un largo recorrido textual.
MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA (MIRAR AL FUTBOL… PARTE II)
El trabajo de la investigadora de la UAM, Maricarmen De Lara, se realizó cuando todavía no existía la Liga BBVA Mx Femenil (2003), de hecho faltaban todavía catorce años para que eso sucediera (ésta se creó en 2017).
En el documental varias de las jugadoras mexicanas que son entrevistadas, hoy todavía cumplen un papel como directoras técnicas, líderes en las canchas o en los medios, lo cual habla de un acierto de la directora que en su momento puso el ojo en sus historias y ayudó a visibilizar (desde entonces) la condición de estas mujeres que se desajustan de los mandatos de género[1].
Tales mandatos son los que precisamente encajonan a las jugadoras en los estereotipos, cuyas limitantes implican barreras en su forma de actuar dentro de la sociedad y que muchas veces se repiten de generación en generación.
Por eso, el documental realizado en el 2003 es hoy el primer antecedente audiovisual de su tipo (en México) que obliga a mirar a las jugadoras en las canchas de futbol dentro de una actividad que se considera “propia de los hombres” –como lo hizo la legendaria Maribel Domínguez–.
Marigol, integrante del Salón de la Fama Internacional desde 2020, quien quiso jugar con hombres (en 2005), es la máxima goleadora histórica de la Selección Nacional.
Metió ese gol inolvidable ante Canadá en los Juegos Panamericanos de Winnipeng Canadá 1999 con el que México se ganó su boleto a Atenas 2004 (y a cuya justa no va desde entonces) y hoy es la Directora Técnica de la Selección femenil Sub 20.
Una prestigiosa protagonista de la historia del futbol femenil. Aquella jugadora cuya irreverencia rompió con el canon establecido para las mujeres en las canchas, hoy ocupa un puesto que se peleó con tierra en los pies.
En el documental, Marigol cuenta cómo atravesó el reto de ser niña con gusto por el futbol y el camino para evitar ser rechazada pues “no había futbol femenino para nada… siempre dije que me llamaba Mario”.
[1] Marta Lamas en su libro Dolor y Política, sentir, pensar y hablar desde el feminismo define que: “Los mandatos de género son producto de la socialización, o sea, de la incorporación de la cultura y la resultante estructuración psíquica.
Su eficacia reside en que estos mandatos socialmente se ofrecen como modelos identificatorios cuya cercanía o distancia a ellos opera para personas y grupos como una medida propia de la valía. La idea que nos hacemos de qué es “ser mujer” o qué es “ser hombre” está filtrada por todo el sistema de representaciones culturales que nos rodea, y se no inculca desde la crianza con las prácticas, no siempre de manera consciente, y también con el lenguaje y los afectos”.
«ME DECÍAN MARIO…» ¿MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA?
De hecho, esta historia (la de su infancia) ha sido retomada en un mini corto (de la directora Yupi Segura) al que la misma Selección Nacional le dio vuelo en 2021 , no solo para mostrar su historia, sino para ponerla de ejemplo como una de las principales pugnas de una leyenda en el futbol femenil como Maribel Domínguez.
El mini corto (que ganó 5 premios oros en la XXIV edición del festival El Ojo de Iberoamérica 2021, en las categorías de dirección, guion, dirección de actores, producción integral y joven realizador), forma parte de la campaña “Tu cancha la eliges tú” y retoman la frase de Marigol “siempre dije que me llamaba Mario”, aunque la relatan como “Me decían Mario, pero siempre he sido Maribel”.
Asimismo, una niña (Daniela) que usa el cabello largo primero, decide cortárselo y vendarse los senos para pasar desapercibida como mujer y así poder jugar con niños.
Pero Marigol no solo atravesó el reto de ganarse el derecho a disfrutar del futbol como niña en la infancia. Siendo una de las primeras jugadoras en España (Barcelona) vivió también racismo y discriminación como bien apuntan los titulares de periódicos en el documental:
- “Maribel Domínguez ha recibido insultos racistas durante su actuación en España”.
- “Nopalera vete a tu país”.
- “Me dicen que me regrese a México, que soy una piojosa, una mexicana pata rajada. A veces me han dicho mono y cosas así”, declaraen el documental.
El prototipo de futbolistas como Maribel en una sociedad como la de México, atraviesa casi siempre por la intersección de raza/etnicidad/clase y género:
“…la diversidad de actores sociales que por sus identidates sexuales y de género (homosexuales, lesbianas, transexuales, transgénero, intersexuales, bisexuales, travestis) son colocados en posición de subordinación frente a estructuras andróginas y patriarcales”[1].
¿MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA?
De vuelta a nuestro documental, Maricarmen De Lara alcanza a retratar trambién los rostros de Mónica Vergara, hoy nombrada la primera Directora Técnica de la Selección Nacional Femenil Mayor, un acto simbólico para la autonomía de las mujeres del futbol en México.
Además, su nombramiento fue un hecho histórico, pues es la primera vez que se considera en ese puesto a una estratega (el Tri femenil había estado comandado por el DT Leonardo Cuéllar durante más de 28 años)[2].
ENTREVISTA: Olga Trujillo a la DT Mónica Vergara para Diosas Olímpicas
[1] Hortensia Moreno y Eva Alcántara. Conceptos clave en los estudios de género. Vol. 2. PUEG. México. Pág.103.
[2] “La autonomía, clave feminista de la autoexistencia”, dice la antropóloga Marcela Largarde en Los Cautiverios de las Mujeres: “Como las mujeres somos para la sociedad patriarcal seres-para-otros, seres-de-otros y seres que vivimos nuestra trascendencia a través de otros, la autonomía requiere desmontar los binomios que cosifican y hacen de la vida de las mujeres una existencia satelital, dependiente, periférica e ilimitada. Apéndices de hijos, cónyuges, padres, madres, familias, maestros, médicos, curas, pastores, líderes, gurúes, instituciones, causas y patrias”.
¿»ATRÉVETE-TE-TE»?
En este punto es importante señalar por qué la Directora (Maricarmen) eligió la canción de Calle 13 “Atrévete-te-te” (reggaeton) y la presenta de forma extra diegética, pero con la intención de que, al escuchar la letra de la misma, se pueda hacer conciencia de cómo este tipo de música perpetua la condición de las mujeres en la sociedad.
De contenido altamente sexista, “Atrévete, te, te” es una canción llena de mandatos que denigran una y otra vez a la mujer al someterla a la voluntad del hombre “destápate, quítate el esmalte, deja de taparte, que nadie va a retratarte, levántate, préndete”.
Asimismo, la frase “cambia esa cara de seria, esa cara de intelectual, de enciclopedia, que te voy a inyectar con la batería” habla de un menosprecio por la intelectualidad de la mujer y hace alusión a que todas guardan un sentimiento de necesidad sexual y que (además) deberían ser objeto de sumisión “deja el show” o salirse de control[1].
MÁS VALE FUERZA QUE MAÑA, OTRAS PROTAGONISTAS
Pero Marigol y Mónica Vergara no son las únicas futbolistas que brillan en el documental ni gozan de ese prestigio:
Lupita Worbis y Mónica Ocampo (dos de las jugadoras más veteranas que siguen activas en la Liga) y Charlyn Corral, quien recientemente regresó como heroína de España para unirse al Pachuca femenil y quien en Más Vale Maña Que Fuerza, deja claras las diferencias entre sus similares varones:
“… sí hay algunas (mujeres) que se van por el camino fácil de ser amas de casa. Ojalá que después haya un poco más el apoyo y el trato sea igual entre hombres y mujeres…
Te das cuenta que también en México luego no hay futuro… luego no ves tanto el apoyo. En Selección no recibes nada a cambio” [2]
Dijo Charlyn Corral a sus apenas 13 años, una jugadora con una madurez física y mental con la que en su momento se ganó.
«LA MUJER NO TIENE LA OPCIÓN DE PRACTICAR EL DEPORTE QUE QUIERE»
Asimismo, mujeres como Andrea Rodebaugh, quien ya dirigió tanto en la Selección femenil como en la Liga BBVA Mx Femenil y Georgina González, comentarista de deportes de Televisa y de los partidos de la Liga, son también quienes llevan el hilo conductor en Más Vale Maña que Fuerza.
Sus perspectivas y miradas del futbol femenil dentro y fuera de la cancha conservan el mismo discurso y postura que las demás protagonistas: “La mujer no tiene la opción de practicar el deporte que quiere”, dice Geo González quien hasta la fecha mantiene una mirada feminista dentro del deporte[3].
[1] “Humanity is male, and man defines woman, not in herself, but in relation to himself” (La humanidad es masculina, y el hombre define a la mujer, no en sí misma, sino en relación a sí mismo) escribió Simone de Beauvoir en su libro The Second Sex.
[2] Más allá de lo que Charlyn opinó sobre las otras mujeres que no eligieron lo mismo que ella, cabe mencionar a la autora Cealey Harrison, quien en el libro Conceptos Clave en los Estudios de Género señala que:
“el reto para los estudios de género está en producir conocimiento científico que ‘reconozca y comprenda lo biológico, sin asumir las características biológicas como dadas; una biología que tenga en cuenta plenamente el hecho de que los seres humanos son eminentemente criaturas sociales y culturales que, al moldear el mundo que les rodea, también se moldean a ellas mismas’”. (Cealey Harrison 2006:35)
[3] https://twitter.com/Geo_Gonzalez/status/1457768735742246914?s=20
[4] La autora del ensayo “Más de un siglo de feminismo en México”, Gabriela Cano, del libro Debate Feminista Año 7 Vol. 14, indica que: “El vocablo feminismo empezó a utilizarse en México en los últimos años del Siglo XIX; para principios del siglo XX el término se había vuelto común en los medios cultos de la capital del país.
En esa época el feminismo reivindicaba la igualdad entre los sexos en lo relativo a la capacidad intelectual y a los derechos educativos de hombres y mujeres y, al mismo tiempo, propugnaba por la valoración de una serie de atributos subjetivos considerados característicos del sexo femenino: la capacidad emocional, la dulzura y la superioridad moral, entre otros”. Pág. 331.
¿QUIÉN ES LA DIRECTORA DE MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA?
La misma Maricarmen de Lara, quien tiene una larga trayectoria en cine-video (con tres largometrajes y cinco mediometrajes más cortos y mediometrajes en video), ha moldeado su propia visión feminista[4] del mundo a través del cine.
Nació en México (1957). Realizó sus estudios de cine en el CUEC de la UNAM. Inició su carrera cinematográfica cuando dirigió y escribió el guión del documental “No es por gusto” (1981) enfocado en la vida real de las prostitutas en México y justamente para analizar los roles de género y la representación de las mismas en la CDMX.

La cineasta escribió y dirigió su primer largometraje en 1999, titulado “En el país de no pasa nada”: “una comedia de errores con tintes de farsa y que habla principalmente de la corrupción que acontece en su país a nivel general”.
En su ensayo Género y feminismo en la obra cinematográfica de Maricarmen de Lara, publicado en Debate Feminista (37), Eli Bartra señala tres cosas importantes para comprender todavía mejor el contexto y trabajo de Maricarmen de Lara así como de Más Vale Maña Que Fuerza[1]:
- Las afirmaciones de Julia Lesage (1990:222): “Dice que la estructura narrativa del cine dedicado a ilustrar las vidas y las experiencias de las mujeres –para las mujeres—es, en general, lineal. Ellas están casi siempre hablando directamente a la cámara; las temáticas se repiten y son similares en los diferentes países: violación, aborto, trabajo doméstico, mujeres maltratadas, luchas laborales.
[1] https://docplayer.es/8818167-Bartra-eli-genero-y-feminismo-en-la-obra-cinematografica-de-maricarmen-de-lara-ano-19-vol-37-abril-2008-pp-163-176-desde-el-cine.html
Para Lesage, estos documentales con frecuencia se centran en la esfera privada y a menudo muestran mujeres fuertes. El cine feminista mira los elementos familiares de las mujeres para definirlos de una manera nueva y no colonizada[1]…”.
- 2. Que a pesar de que en 1986 el crítico de cine Jorge Ayala Blanco “decretó la muerte de este género (del cine feminista)”, Bartra considera la trayectoria de Maricarmen de Lara como un ejemplo de que no es así. Y:
- 3. Bartra señala que lo que Maricarmen intenta retratar en el documental (donde principalmente se adopta la violencia hacia las mujeres) “es una especie de paradoja que aquí sean las mujeres las propinadoras de puñetazos y patadas”.
Dentro del análisis de Bartra argumenta (además) que Maricarmen de Lara viene de la escuela de Jean Rouche, “del cinema verité» que en México se llamó un tanto equívocamente cine directo y, hasta la fecha dice que “ha comprobado que de alguna manera el hecho de que las personas te hablen a cuadro tiene fuerza, porque la historia les pertenece y eso sigue siendo válido”.
Y continúa con uno de los puntos clave en la forma de hacer cine de Maricarmen de Lara:
“En efecto, con su involucramiento en las “causas” que filma o graba, ella estaría más de cerca de Rouche o de Dziga Vertov, que de quienes piensan que no hay que involucrarse, que la cámara debe ser como una mosca en la pared, como cree Frederick Weisman”.
El momento en el que Maribel Domínguez llora amargamente porque México perdió ante Japón (cuya escena cuenta la comentarista Georngina González es meracamente casual) es un primerísimo plano.

Igual que en El Hombre de la Cámara (de Dziga Vertov, cuyo centro en gran parte es que “la mujer termina convirtiéndose en la representación de la ciudad”[2] y por tanto aparecen también las mujeres en los deportes que sincronizan sus movimientos en el montaje), la escena de Marigol es como si la cámara se introdujera en ese espacio reservado que nos describe el momento a partir de sus emociones.
Pero ella tiene la voz. Y la historia. Por eso la cámara de Maricarmen solo tiene un propósito:
“No se trata de darles voz a las mujeres, ellas ya la tienen, tienen historias que contar y yo las documento justamente porque tienen voz; eso de ‘darles voz’ me parece una posición paternalista[3]”.
Es Maricarmen quien se asume feminista, suele elegir los temas que “la enojan, la conmueven o le llaman la atención” y expresamente dice a Bartra:
[1] Karina Ochoa, en su ensayo Feminismos (des) coloniales del libro Conceptos clave en los estudios de género, apunta que: “La oleada neoliberal que se desarrolló en AL durante las décadas de 1980 y 1990 tuvo como contraparte un conjunto de luchas, resistencias y movimientos sociales que “evidenciaron el fracaso paradigma civilizatorio occidental, pues este había demostrado que las expectativas de ‘desarrollo’ en los países del ‘Tercer Mundo’ eran imposibles de cumplir.
Pero no solo eso, pusieron el dedo en la llaga ante la pretensión de universalidad de los ‘Derechos humanos’, desenmascarando la falsa inclusión de las ‘minorías’ olvidadas”.
[2] Análisis semiótico del filme El Hombre de la Cámara de Dziga Vertov.
[3] Y “el afecto paternal, de hecho, solo es en muchas mentes un pretexto para tiranizar donde pude hacerse con impunidad…” de Mary Wollstonecraft en Vindicación de los Derechos de la Mujer.
“Llevo 20 años narrando con imágenes la historia de los derechos de las mujeres y la violencia que ha existido sobre todo para las mujeres de menor condición económica (García 2001)”, por tanto, no es casualidad que eligió a Maribel Domínguez, originaria de Chalco o a Charlyn Corral, de Ecatepec, como dos de sus principales protagonistas[1].
“Creo que mis materiales han apoyado y reflejado el crecimiento del feminismo en México (…) definitivamente soy feminista y no creo que el feminismo esté estancado y mucho menos muerto; al contrario, le ha dado perspectiva histórica a temas cruciales de la actualidad (Lara 2001:465)”[2].
Su postura ayuda de nuevo a comprender la mirada que ofrece en el documental sobre las deportistas pues constantemente busca la emancipación de las mismas tras dar a conocer sus testimonios.
MIRAR AL FUTBOL FEMENIL: ¿LAS PELÍCULAS DE MUJERES SON DIFERENTES?

Es precisamente esta mirada la que ha sido estudiada en otros ensayos. Laura Mulvey (1973) se interesó en lo que sucede con los espectadores cuando la mayoría de las películas que vemos están hechas por hombres y vistas a través de esta “mirada masculina”.
“Esta mirada coloca a los personajes masculinos en una posición de poder. En el cine, los hombres casi siempre son los que miran, y las mujeres quedan en la posición más débil de ser miradas. Esto no solo contribuye a la gran cantidad de personajes femeninos pasivos que vemos en la pantalla, sino que también afecta la forma en que cada uno de nosotros ve a las mujeres y cómo las mujeres se ven a sí mismas”[3].
Laura Mulvey (1973)
Entonces, Bartra plantea otra pregunta que lleva a la misma reflexión: “Las películas de mujeres ¿son diferentes? ¿es diferente el lenguaje cinematográfico? ¿Es diferente la manera de trabajar? Según el cineasta Busi Cortés las mujeres tienden a involucrar a la familia (Cortés 2005:238).
En el caso de Maricarmen es un hecho que ella y su compañero Leopoldo Best (esposo) han trabajado juntos en multitud de ocasiones, y ella piensa que, en efecto, «es probable que las mujeres lo propicien”.
De hecho Leopoldo la hace tanto de editor como de realizador. La única editora que Maricarmen ha tenido es Ximena Cuevas, ella y la asistente de producción, Alethia Hernández, son las mujeres que fungen papeles principales en su trabajo. Los demás son hombres.
¿MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA?, MIRAR AL FUTBOL…
Hasta aquí el análisis del primer documental que nos hizo recorrer la realidad del futbol femenil en México. En la siguiente entrega nos toca analizar Mujeres con Pelotas (Argentina) y Let´s Fucking Go (EU) para (finalmente) elaborar la conclusión de nuestro viaje.
[1] “Se puede afirmar, entonces, que el trabajo de Maricarmen es femenino (con todas las contradicciones que esto implica), es para las mujeres (aunque no exclusivamente) y es eminentemente feminista, no solo porque se dedica a mostrar las problemáticas de las mujeres y de la inequidad entre los sexos, del sexismo, del machismo y hasta de la misoginia en sus formas cruentas sino porque, por añadidura, intenta mostrar el empoderamiento de las mujeres y las posibilidades de subvertir el orden de las cosas.
Y la obra de Maricarmen, es quizá, ante todo, militante. Ella utiliza el cine y el video para contar experiencias de mujeres en México”. Eli Bartra.
[2] “…la mayoría de las feministas latinoamericanas cuestionan esos elementos clave del modelo hegemónico. Ésta es una característica de los nuevos feminismos en América Latina, atravesados la mayoría de ellos por un impulso antisistema, que ven en esas otras feministas como cómplices del capitalismo”. Marta Lamas.
[3] Malone Alicia. The Female Gaze. 2018 p. 9-10.