Las Bravas no hacen milagros, trabajan. La «nueva era» es ahora.
En el Clausura 2022 las Bravas anunciaron que una «nueva era» estaba por comenzar: Eso incluía una indumentaria completamente diferente a la varonil, una estructura independiente y boletos a $50 pesos toda la temporada. Sin embargo, el equipo que nació en una ciudad dura, brava, no le había hecho honor a su nombre y más bien se había acostumbrado a quedarse en el fondo de la tabla.
Pero el proyecto era a largo plazo. Ha pasado un año desde entonces y su nombre, Las Bravas, estrena el primer lugar en la tabla general (momentáneamente). Los reflectores las buscan para hablar de ellas.
Han ganado tres partidos al hilo, «lo han logrado y te sientes súper orgullosa» dijo la directora técnica Milagros Martínez al final del partido ante las Tuzas del Pachuca (2-0), cuyo equipo venía de lanzar serpentinas al aire por el 10-2 ante Toluca y que hasta ese momento también llevaba un paso perfecto en el torneo.
NO SON MILAGROS
La estratega salió con su once fronterizo: Natalia Acuña, Sumiko Gutiérrez, Julitha Singano, Maria Sánchez, Paola González; Miriam castillo, Andrea Hernández, Miah Zuazua, Jasmine Casarez; Myra Delgadillo y Jermaine Seoposewe.
El primer tiempo fue dominado por las Bravas, quienes hilaron llegada y llegada hasta que al minuto 34, de un cabezazo, Jasmine Casarez abrió el marcador: 1-0 para las locales.
La afición comenzó a corear a las Bravas y, cuatro minutos después, con la misma fórmula, Miah Zuazua anotó con un cabezazo: 2-0 para animar aún más la fiesta.
“Tuvimos demasiados errores desde la lectura de juego… La intensidad de Juárez es de aplaudir”, señaló Juan Carlos Cacho, estratega del Pachuca.
La noche fue histórica: Un marcador en ceros para las visitantes, líderes de la tabla general y por primera vez que se conseguían tres triunfos consecutivos sin anotaciones en contra.
Las Bravas marchan perfectas (10 goles a favor y cero en contra) y a la DT Mila lo sabe:
«Hace semanas cuando me preguntaban lo de ser el caballo negro, no sabía que significaba… Al final somos un equipo compuesto por distintos sitios y países.
Hay jugadoras a las que les faltaba confianza, a las que ya estaban aquí en la época en la que quedar en último lugar era algo que pasaba.
Le hemos dado confianza y carácter al equipo. Las demás tienen que sufrir mucho para hacernos gol.
Creo que el equipo ha encontrado ese punto y estabilidad que nos está haciendo crecer partido a partido».
LAS BRAVAS NO HACEN MILAGROS, TRABAJAN
Ni Mila ni las Bravas hacen milagros, trabajan:
«Tenemos varias formas de atacar, pero los que más se trabajan, son los centros laterales.
Tenemos muchas buenas centradoras, eso es algo que habitualmente se trabaja pero no solo hoy. Me ha gustado lo que aprendieron de mí.
Llegas a un país con cultura diferente y te sientes orgullosa porque los aficionados vienen cada vez más a los estadios ¡hoy viernes a las cuatro de la tarde, animan un chingo como dicen ustedes».
Quiero hacer que disfruten ser competitivas.
Conseguir que el día que venta Tigres sea una entrada histórica y un partido para recordar».
