El basquetbol nos ha demostrado que una lesión en el tendón de Aquiles tiene su lado mítico. A veces la vulnerabilidad se torna en un regreso explosivo. Breanna Stewart, Kevin Durant y Klay Thompson son tan sólo algunos ejemplos de ello. Kelsey Plum, cuya transición del baloncesto colegial al profesional no fue fácil, se suma a esa lista. Conoce cómo sacó lo mejor de una tragedia, impulsada por su entrega al deporte ráfaga.
Un comienzo deportivo casi perfecto
Originaria de Poway, California, Estados Unidos, Plum se decidió por el basquetbol para iniciar un camino fuera del que trazó su mamá, quien jugaba voleibol.
Eligió jugar a nivel colegial con las Huskies de la Universidad de Washington. Su dinamismo y competitividad la hicieron destacar. Comenzó un palmarés que incluye romper el récord de más puntos en una sola temporada de la NCAA con 1,080 y ser la segunda máxima anotadora de la NCAA, categoría femenina y masculina. El baloncesto profesional era un paso que aparentemente ya estaba lista para dar. Pero la emoción de ser elegida por el equipo de San Antonio Stars como #1 del draft de la WNBA en el año 2017 se esfumó debido a los rumores de que jugaría como escolta y no en la posición de base, desde donde ella siempre competía. Cuentan que la noche del draft, Kelsey lloró en su habitación.
Sacar lo mejor incluso de una lesión
Tras una primera campaña con pocos minutos jugados, la venta del equipo de San Antonio, que se convertiría en Las Vegas Aces, le dio un respiro. El entrenador Bill Lambeer se planteaba ayudar con mano dura a la jugadora californiana. Ella debía soltar el peso de las expectativas de ser una estrella en colegiales. Lambeer la mandó a la banca a mitad de temporada.
Dicho cambio y la espiritualidad con la cual Kelsey intentaba tomar la lección dieron frutos. En los últimos nueve minutos de un partido decisivo entró para anotar 17 puntos y salvar de la derrota a Las Vegas.
Sin embargo, poco antes de comenzar la siguiente temporada -en la burbuja de Orlando Florida- una lesión en el tendón de Aquiles la dejó fuera. Había mucha incertidumbre respecto a cuánto tardaría su recuperación y en qué condiciones volvería. Pensar en que dios le tenía un mejor plan fue lo que le ayudó a mantenerse fuerte y positiva ante tal golpe a su carrera profesional.
La rápida mejoría de Plum se entiende conociendo el sistema de aprendizaje bajo el cual fue criada por su padre. Desde que era una bebé, la filosofía fue la misma: si quieres algo, tómalo, nadie te lo dará.
Ser autosuficiente también fue algo que aprendió en casa desde pequeña. Investigar direcciones, horarios, hacer llamadas, preparar su almuerzo o lavar su ropa, eran cosas que nadie más haría por ella. Tener absolutamente toda la información necesaria sobre alguna práctica o clase que deseara tomar era su responsabilidad.
Como inauguración de su regreso a las duelas, Kelsey Plum se colgó una medalla de oro con el equipo de Estados Unidos en los Juegos de Tokio 2020 en el basquetbol 3×3. La competencia regida por las restricciones de la pandemia por Covid-19 le impidió celebrar al instante con sus seres queridos. Desde ese momento su definición de éxito se transformó: estar en paz y encontrar alegría en lo que hace y en quienes la rodean la hacen sentir exitosa.
De vuelta a la WNBA con unas Aces explosivas
En el 2021 fue nombrada la Sexta Mejor Jugadora del Año en la WNBA.
Para la campaña 2022, lo mejor que le pudo suceder fue la llegada de Becky Hammon para dirigir a Las Vegas Aces. La rapidez en los movimientos de Plum ha compaginado perfecto con la mentalidad de la entrenadora, quien le ha dado la titularidad y el protagonismo como pieza clave para la temporada aplastante de su equipo.
En junio 6 consiguió ser reconocida por la liga como la jugadora de la semana de la Conferencia Oeste. Hasta ahora promedia 20.7 puntos y 5.7 asistencias.
La zurda más poderosa de Las Vegas también se ha vuelto viral por su carisma. En redes sociales un día puede aparecer lanzándole globos con agua a su compañera Dearica Hamby y al otro lanzando camisetas a grandes distancias durante los partidos, haciendo sentir orgulloso a su atleta favorito, Tom Brady.
Hace unos días, mientras disfrutaba el desayuno junto a su familia, Kelsey recibió una llamada de la Comisionada Cathy Engelbert para anunciarle que será jugadora All Star por primera vez. Su debut lo podremos ver el 10 de julio en la Arena Wintrust, casa de Chicago Sky, donde el Juego de Estrellas y todo el espectáculo a su alrededor se llevarán a cabo.
La mitología griega cuenta que la diosa Tetis, madre de Aquiles, lo llevó cuando aún era un bebé al río Estix, que marcaba el límite entre el mundo de los vivos y los muertos. Lo sumergió para volverlo invencible e inmortal. Todo su cuerpo quedó bañado por el río menos el talón por el que Tetis lo sostuvo.
La temporada de recuperación fue para Kelsey como un buen chapuzón dentro del río. Ahora vemos a una jugadora fuerte, ganadora, clave para Las Vegas, invulnerable.
