NOTA: Deyanira Esquivel @DeyaEsk
Este lunes debutan las Tuzas ante las Xolas y por fin veremos en las canchas a una de las máximas referentes del balompié nacional: Charlyn Corral, sin duda, la mejor jugadora en la era moderna del futbol femenil mexicano.
El encuentro ha generado gran expectativa en redes sociales. La hija pródiga del futbol femenil regresa a su país después de haber partido a Europa en busca de sus sueños. Han pasado 289 días desde la última vez en que Charlyn pisó el terreno de juego en España: El 3 de octubre del 2020, salió de cambio en el primer tiempo por lesión (sufrió una rotura de ligamento) durante el encuentro del Atleti contra el Espanyol del Barcelona.
Pero con el futbol relacionado a México la cuenta de los días es más larga:
El último encuentro que disputó Charlyn con la Selección Nacional fue el 31 de julio del 2019 (hace casi dos años), cuando se enfrentó a Colombia en los Juegos Panamericanos de Lima. El conjunto tricolor, dirigido en aquel entonces por Christopher Cuéllar, no logró clasificar a Semifinales, en cuatro partidos consiguieron dos triunfos, un empate y una derrota, obtuvieron el quinto lugar del certamen. Un fracaso.
Charlyn anotó en dos ocasiones: Contra Jamaica y ante Colombia. Pero eso fue todo. Se acabaron los llamados al Tri femenil. Con el DT Christopher Cuéllar no fue considerada para el Preolímpico ni para lo que restó. «La verdad es que suena un poco ilógico y hasta chistoso» declaró a El Universal y agregó: «No es nuevo para mí, y estas cosas creo que no deberían pasar. El estar acá creo que no ha sido fácil, cada año he mejorado y he demostrado lo que valgo y eso hace que hablen bien de México y, bueno, si en mi país no se quiere ver, pues es difícil de creer».
Hoy la historia da un giro. Gracias al crecimiento de la Liga por fin podremos verla y, lo mejor, ante su público que no se cansa de rendirle tributo.
¿Quieres saber por qué es un bombazo su fichaje? Escucha nuestro pódcast:
PÓDCAST: GUIÓN OLGA TRUJILLO, EDICIÓN Diana Rojas
Charlyn Corral por fin podrá jugar en México. La niña que desde los 13 años ya era considerada prodigio del futbol femenil por FIFA, dejará de postergar los sueños de ser una jugadora profesional en su propio país.
Sin una Liga para poder medir su talento, la nacida en Ecatepec, tuvo que conformarse con el nivel universitario en y con el de Selección Nacional Femenil antes de salir a buscar fortuna en otros países.
Sus pies necesitaban una cancha más grande: Pasó por el F.C. Indiana, Cardinals de Louisville (en EU), Merialippi United (en Finlandia), Levante UD (donde ganó el trofeo Pichichi) y por último el Atlético de Madrid (en España).
Esta es la historia de su viaje y retorno. Se las voy a contar de manera cronológica desde la primera vez que la conocí en el 2005 hasta el 2021. Charlyn ha vuelto y es otra, aunque es la misma.
12 de junio del 2005
Todavía la recuerdo. Charlyn Corral, una niña de apenas 13 años con voz tan ágil como sus piernas dominando el balón.
Acomodada como la más chica de una familia de cuatro.
Estábamos en Tepexpan (Ecatepec), donde creció. Frente a su casa, había un pequeño campo de tierra donde Jorge, su papá, puso una portería.
Ahí comenzó a entrenar mientras su madre, bibliotecaria de la Preparatoria 9, miraba el reloj durante los traslados del camión y de regreso a casa.
Charlyn ya era dispuesta, empática.
Nada objetó cuando le pedí ponerse el uniforme de la secundaria técnica en la que estudiaba y jugar en el patio con compañeros. Ya posaba para la cámara.
Ganaba concursos de dominadas y Olimpiadas nacionales; se hacía también de obsequios como una computadora que el Director del Deporte del Estado le dio o los 15 mil pesos de una Olimpiada en Tamaulipas. Un regalo para sus padres.
CONADE la miraba, se frotaba las manos y a cambio le daba una beca de $400 pesos “de hecho ya me querían agarrar, deseaban que yo viviera en CONADE y que de ahí me trasladara a la escuela, como si ya hubiera firmado contrato con ellos”, me decía Charlyn en nuestra entrevista y para su primera portada en un diario de circulación nacional.
Era apenas una adolescente, pero su nombre, Charlyn, peculiar y fuerte, estaba predestinado: No cualquiera se llama así.
Muy pronto aprendió a tomar decisiones repentinas para evitar graves problemas, lo dice su carta astral y su estrella la salvó. La escena: Un paro respiratorio, una traqueotomía y, lo más complicado, un pulmón reventado y contraído. Una sonda de agua le salvó la vida y la cicatriz en su cuello lleva la memoria de ese día. Tenía apenas tres meses.
Con más razón respeté sus trazos en la cancha. Estaba frente a la auto exigencia misma.
Porque Charlyn vivió para ser desde temprana edad el proyecto de futbolista que es hoy. Ya hablaba de querer estudiar en EU y aprender inglés, de estudiar Mercadotecnia. Abrazó la disciplina desde entonces. Escondió los prejuicios de quienes la rodeaban.
Su historia apenas comenzaba.
27 de Abril del 2015
Charlyn estaba concentrada en el CAR para dos de partidos amistosos ante EU y la Copa Mundial Femenina de Futbol de Canadá 2015.
Yo trabajaba de freelancer en MVS para un programa: “El último pitazo”. Mi labor era llevar atletas para ser entrevistadas por el conductor. Su trayectoria y la mía se cruzaban de nuevo. Charlyn ya había jugado cinco meses con el Merialippi de Finlandia, todavía no daba el salto al Levante, pero ya era una referente en México.
La abordé primero para ponernos de acuerdo y hacer una cápsula en el CAR sobre todos los jerseys que había usado en Selección: Ya tenía 14 en total.
El show no era nada espectacular, pero sí un espacio para arropar a una jugadora como ella: Mediática, seleccionada, disciplinada, sonriente.
Se trataba de bromear, aparecer, platicar.
Compartimos a la maquillista, nos tomamos una foto.
Hizo dominadas en vivo. Le restregaba certezas a la gente del significado de ser futbolista profesional en México, aún sin Liga ni sueldo fijo.
Todavía no lo sabía, pero abría espacios que ocuparían muy pronto una plantilla entera de futbolistas que venían detrás de ella.
https://diosasolimpicas.com/2015/04/charlyn-corral-reta-a-radames/
26 de Julio del 2016
Once años después de haberla conocido. Charlyn daría una conferencia de prensa en las instalaciones de Cmas Atlhetes, en Puebla.
Tomé el auto, a mis críos y a la abuela, mi aliada.
Llevaba cuatro años dando voz a atletas en México a través de Diosas Olímpicas. No me quería perder el evento. Mucho menos las palabras de una de mis principales motivaciones a través de los años para seguir escribiendo historias de mujeres en los deportes, aunque ella no lo supiera.
Charlyn venía de España. Tenía apenas casi un año de jugar con el Levante y ya se había disputado un título de goleo con Jennifer Hermoso durante su primera temporada. Había jugado todos los partidos y metido 22 goles que, aunque no fueron portada, sí lograban cierta atención en la prensa. Con su nombre, el de “México” quedaba bien parado dentro del futbol femenil europeo.
En su voz se notaba cierto acento de una hija pródiga, la que vino a contar solo parte de su aventura.
Me encontré ahí a Jorge, su papá. Platicamos y festejamos juntos el crecimiento de “Char” como le dice.
Pude abordarla en la conferencia, preguntarle sobre los comentarios respecto a la relación entre Stephany y Bianca, un tema que apenas comenzaba a derribar prejuicios en la cancha.
Y también sobre quién creía que podía ganar los JO Olímpicos de Río 2016: “Brasil” dijo. Pero Alemania dio el campanazo.
Su nombre y figura eran ya también un llavero en forma de muñeca.
En México seguía sin existir una Liga. Y su relación con el DT de Selección de aquel entonces, Leo Cuéllar, era inestable. Para ella el ciclo del estratega en el Tri femenil ya había terminado (luego de la mala actuación de la Selección en Canadá 2015) y para él, esas palabras eran el pretexto ideal para aplazar sus sueños.
Diciembre del 2016
Por fin se concretó una Liga profesional femenil de futbol en México. Los escasos aficionados de entonces, se preguntaban si Charlyn vendría a jugar a su país o si sus goles como los que metía en el Levante –donde estaba a punto de conseguir un Pichichi– podrían ser catados en casa. Nada. Charlyn no dio un paso atrás en su experiencia europea y no solo se quedó el resto de ese año, sino cuatro más. Vivir la experiencia de futbol de primer mundo le había costado estar lejos de su familia. Y eso es impagable.
Premios de “mejores goles”, tripletes, pókers, Charlyn se volvió su propia marca.
Terminó su Maestría en Administración Deportiva después de estudiar Mercadotecnia, justo como lo decretó en la adolescencia.
Salir del Levante en hombros tras acaparar el trofeo de mejor goleadora (Pichich) en la temporada 2017-2018 con 24 dianas, fue por lo que el Atlético de Madrid la quiso en su plantilla. Pero se cruzó una pausa: La de su lesión en la rodilla y la pandemia. La vida siempre tiene curvas.
Aún así, su fama la había convertido ya en una joya invaluable para tener en la vitrina de cualquier club mexicano.
30 de junio del 2021
16 años después leo la noticia: El fichaje más sonado de la Liga BBVA femenil en los medios es el de Charlyn Corral. Jugará en las Tuzas del Pachuca. Al igual que Eliseo Alberto siempre he creído que la vida alcanza. También Charlyn:
’Regreso a un lugar donde hasta hace unos años me era imposible jugar al futbol profesional, un sitio en el que todavía me quedan sueños por cumplir. Regreso en el mejor momento para ayudar a crecer el futbol en mi país y disfrutar de mi gente, México, ¿jugamos?’, dijo en un video.
Gracias España ??
Mexico…….¿Jugamos? ?? pic.twitter.com/HjLeWv5Ogb
— Charlyn Corral (@CharlynCorral) June 30, 2021
Charlyn llega a una Liga mucho más armada, con el empuje de jugadoras que han sabido emprender su propio vuelo, regresa con su gente, cerca de su familia y con la misión de vencer a un claro rival.
Ya conoce a la mayoría, con algunas ha compartido vestidor de selección y tendrá como compañeras a otras cuantas guerreras:
Mónica Ocampo, Viri Salazar, Paola López, Natalia Gómez Junco, Selene Cortés, en fin, vivir del futbol en México es una ruta posible donde antes hubo escombros.
“Me tocaron otros tiempos donde era difícil que la gente te conociera. Yo creo que muchas niñas no saben lo que he hecho en mi trayectoria. El pichichi fue importante, pero antes gané 20-3 pichichis más”, dijo en su momento a ESPN.
Lo cierto es que Charlyn es presente. Antes de todo, antes de la historia, ella ya era protagonista. Ha vuelto a casa siendo otra, pero con la misma cara y los flashes encendidos. Tal vez, porque sigue siendo la misma.
Si se preguntan ¿por qué es un bombazo que Charlyn venga a jugar a México? Vuelvan al pasado y deletreen el futuro.
Y yo permaneceré en primera fila para seguir contando su historia como en los viejos tiempos.
https://diosasolimpicas.com/2016/08/charlyn-corral-la-experiencia/