Es un hecho que somos lo que comemos. Y el significado de eso, recientemente conlleva a repensar lo que ingerimos y más aún si hemos sido víctimas de alguna enfermedad o padecimiento por consumir ciertos alimentos. Alergias, cáncer, enfermedades auto inmunes han orillado ya a miles de personas a considerar otras alternativas a la hora de hacer su despensa.
En el caso de lxs atletas, la alimentación es también una disciplina de alto rendimiento, pues además de prestar atención en los nutrientes, se debe poner foco en las cantidades así como en los ingredientes.
¿Pero cuáles son las diferencias entre preferir productos orgánicos de aquellos que no lo son? Si nosotros crecimos consumiendo productos convencionales, ¿vale la pena hacer una despensa que en ocasiones resulta costosa? Estas y otras preguntas se las hicimos a Paola González, la encargada de Relaciones Públicas en Aires del Campo luego de estar presentes en el primer Open Day de la marca esto fue lo que nos respondió:
DO: Aún en 2019, nos cuesta trabajo entender qué son los alimentos orgánicos, ¿nos podrías explicar?
PG: Lejos de ser solo una palabra, tiene mucha ciencia detrás. Lo que estamos tratando de trabajar es el tema de educación, porque todo tiene que ver cómo consumimos como mamás y toda la historia que venimos cargando. Cuando llegó la Revolución Industrial al mundo, el gran reto era tener mayor producción al menor costo posible, sin importar lo que esto conllevara, entonces muchos de los efectos que esto tuvo fue trasladar a la gente del campo a la Ciudad –donde había trabajos–, usar fertilizantes y pesticidas, lo cual le quita fertilidad a la tierra. De esta manera no podemos tener una biodiversidad ¡y somos de los países más bio diversos del mundo (estamos en el top 10). Si pensamos en un antes y después de los alimentos, yo lo resumiría en que no hay otra opción y no lo digo por vender Aires del Campo, es simplemente que cada que conozco más información al respecto, es que está conectado con el calentamiento global, con la biodiversidad, con la contaminación de aguas, en fin, son ciclos totalmente conectados entre sí, que en orgánicos se llama «el principio de sustentabilidad».
Entonces, un producto orgánico para que así lo sea, debe cumplir con tres ejes de consumo consciente: La salud personal, la salud social y la salud planetaria. Son productos más holísticos, sí, libres de fertilizantes y pesticidas, pero no es solo eso, el impacto de no darles alimentos transgénicos o antibióticos a las gallinas por ejemplo, representa un beneficio directo en la salud de niños y niñas pues no generan una resistencia a antibióticos en caso de estar enfermos.
Todos sabemos que a largo plazo los antibióticos no es algo de lo que puedas abusar y, en el caso del pollo convencional, hay un abuso.
La miel orgánica: La causa número uno de la muerte de abejas son los pesticidas, así que si no consumes una miel orgánica, no ayudas a cerrar el ciclo de salvarlas y eso es lo que se busca en productos orgánicos, tratar de cerrar ese ciclo de que lo que consumas ayudes a la sustentabilidad, a su vez te ayude a tu salud personal y al mismo tiempo ayude a la salud planetaria.
CÁNCER
«Otra consecuencia del consumo de productos orgánicos, es el rescate de semillas autóctonas mexicanas o del país que sean. En México las milpas estaban desarrolladas para maíz, quelites, frijol y calabaza, cuando hoy producimos puro maíz sin nada alrededor, semilla totalmente transgénica que ya le han hecho varias adecuaciones y al final de lo comes y es el 80% de la dieta de hoy en día.
El principio en orgánico se llama precaución, por eso en lo orgánico está prohibido el uso de esas semillas transgénicas, porque no sabemos qué efectos tenga consumir estas semillas transgénicas a muchos años y se tienen estudios de que el cáncer es consecuencia de este tipo de alimentación que hoy hemos llevado por querer tener unos costos cada vez más bajos».
DO: Hablando de costos, he escuchado que mamás consideran que no pueden tener una despensa completa de orgánicos por el costo. ¿Crees que a la larga esto pueda ser más accesible?
PG: México es el tercer país a nivel mundial en número de productores orgánicos, solo que de ese top tres el 80 0 90% aproximadamente exporta. Entonces el beneficio no se queda en México y no lo vemos reflejado en salud justo porque se manda fuera y porque en mercados internacionales sí se paga, la gente ya está educada y sabe que es la forma de prevenir enfermedades como el cáncer y que una quimioterapia te sale más cara que consumir todo en tu alacena durante 30 años orgánica. Entonces es un tema de dónde queremos poner las apuestas de nuestro dinero.
Es un tema más de consciencia a decir si es caro o no, creo que la palabra correcta es «costoso», porque su red de producción tiene muchos costos que conllevan que se reflejan en el producto, el ejemplo es la certificación orgánica, te certifica desde la tierra, miden metales pesados para estar seguros de que no hayas utilizado fertilizantes ni pesticidas durante tres años, después cuando siembras te vuelven a medir, cuando cosechas igual y en el proceso de producción te vuelven a medir y para cerrar el círculo te miden el producto final, esa certificación cuesta por hectárea y se traslada al producto. Claro que producir convencional es más fácil y al producir orgánico se les debe pagar más por hora y se emplean por más tiempo, no es lo mismo aplicar fertilizantes y pesticidas en un día con una máquina que hacerlo a mano y quizá se tardan dos semanas.
DO: ¿Cuáles son sus productos estrella para los deportistas así sean grandes o pequeños?
El amaranto fue hace unos años reconocido como una proteína o alimento perfecto por la cantidad proteica que tiene sin ser derivado de animal, es un super alimento y es mexicano igual que la chía; la avena que ayuda con el control de colesterol y músculo, frijol, lenteja, pollo (todos los cortes) y además salchichas, nuggets –sin gomas, sin conservadores, sin glutamato monosódico — este último sin estar regulado desafortunadamente en México y que productos como las papas Sabritas los contienen; lo que hacen es que te activan una señal de «querer más», de no estar saciado. Ese tipo de aditamentos están regulados en orgánicos. Al final un producto certificado te garantiza que lo que pagas te genere el beneficio que prometes: salud social, salud personal y salud planetaria.